viernes, 19 de julio de 2013

Capítulo 36 (bis)



Mientras tanto en Francia, Hélène, deprimida por la ausencia de su esposo, buscaba algo con qué entretenerse. Decidió salir a dar un paseo por su pueblo para despejar su cabeza. 
Pasada la media hora de caminata se encontró con Baldabieu, estaba sentado sobre una roca con las manos cubriendose la cara. Estaba llorando. Hélène se acercó curiosa y le preguntó qué le sucedía y este le respondió - Amo a una mujer, pero este amor no es correspondido.
- ¿Cómo que no lo ama? Si usted es apuesto, y buen hombre, no lo comprendo.
- Está casada, apenas sabe que existo. 
- Dudo que no sepa quien es, como ya dije es un hombre notable. ¿Quién es esta afortunada mujer?
Baldabieu no contesta, pero le toma la mano a Hélène, se la besa y la mira fijamente a los ojos.  Ella había bajado la mirada, pero sintió la necesidad de observarlo. Se quedaron callados por mas de diez minutos. No habían palabras, pero se habían comunicado con la mirada todo ese tiempo.

Un nuevo amor había nacido.

Daniela Pacheco.

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